sábado, 23 de mayo de 2009

LENGUAS ANDINAS

SITUACION DEL ESTUDIO DE LAS LENGUAS ANDINAS:

Antes que nada conviene aclarar que la reconstrucción del habla andino requiere del empleo de instrumentos y métodos de disciplinas como la etnohistoria y la lingüística, y también la arqueología. Por eso que el tratamiento de las lenguas andinas de los siglos XV y XVI se restringe a los limitados estudios existentes en cuanto a los distintos idiomas que se llegaron a conocer en tiempos de la conquista española, es decir: su distribución geográfica y sus sistemas lingüísticos en dicha época y la colonial, sobre la base de los toponimios, por tanto, con todas las limitaciones que acarrea este método investigatorio.

La primera dificultad al emplearse los toponimios, en la reconstrucción del quechua y el mosaico lingüístico andino, es el reasentamiento de grupos de población en tiempos de los mitimaes y luego las reducciones del siglo XVI. Sabiéndose que los toponimios suelen adaptarse a la pronunciación de la lengua impuesta o generalmente hablada. Por lo tanto, la toponimia es ciertamente un posible camino en la reconstrucción de la distribución de lenguas, pero no es el más seguro.

Otro método que intenta reconstruir proto-lenguas en base a datos modernos es la léxico-estadística (o glotocronología), apoyada en el vocabulario básico, culturalmente independiente, calcula matemáticamente cuándo dos o más lenguas pueden haberse separado de una proto-lengua común ... pero éste método también tiene otras limitaciones como por ejemplo la problemática de si todas las lenguas experimentan modificaciones con la misma celeridad, dado que para este método han servido como modelo las lenguas indo-europeas y el tiempo empleado por ellas en su proceso de cambio.

Otro acercamiento no lingüístico, como se ha venido insinuando en el subtítulo anterior, ha sido el de concluir de una evidencia arqueológica una situación idiomática, por ejemplo, suponer en base a la distribución de un cierto estilo arquitectónico o cerámico un cierto hegemonismo cultural regional también la de una determinada lengua, pero con la tremenda dificultad que en Sudamérica no se había desarrollado sistemas de escritura; sin embargo, hubieron otras manifestaciones cercanas a la escritura, como las figuras en piedra, las quilcas, los diseños textiles, las marcas en vasijas, los quipus y las líneas como las de Nazca, obviamente sin llegarse a comprobar una codificación parecida al sistema de escritura.

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